“El presidente estaba abatido. Sintiendo que el tiempo se acababa, pidió a sus ayudantes que le hicieran una lista de sus opciones políticas. No era especialmente religioso, pero, cuando la luz del día se desvaneció fuera de la Casa Blanca que se vaciaba rápidamente, cayó de rodillas y rezó en voz alta, sollozando mientras golpeaba la alfombra con el puño. “¿Qué he hecho?” dijo. “¿Que ha sucedido?” Cuando el presidente notó que los militares podrían facilitarle las cosas dejando una pistola en el cajón de un escritorio, el jefe de gabinete llamó a los médicos del presidente y ordenó que le quitaran todas las pastillas para dormir y los tranquilizantes, para asegurarse de que no tendría los medios para suicidarse.”

Esto escribió Jane Mayer, una de las más prestigiosas periodistas norteamericanas en el último número de la revista New Yorker. Su artículo sirve para iluminar uno de los momentos más trágicos y decisivos de la presidencia de Donald J. Trump. Lo que ocurra entre ahora, luego de la victoria de Joe Biden, y la toma de poder del nuevo presidente el próximo 20 de Enero de 2021, puede tener enormes consecuencias para el futuro de los Estados Unidos y del mundo. No se puede descartar ninguna posibilidad.

La victoria de Biden es mucho más ajustada que lo que los demócratas esperaban, lo que demuestra que, contra muchas predicciones, Trump hizo una campaña electoral sumamente efectiva. Ello fue gracias no solo a su carisma, sino también a su enorme energía que le permitió asistir a numerosos actos de campaña en puntos críticos del país aún convaleciente de su infección con el coronavirus.

¿A qué se debe la efectividad de Donald Trump y de los republicanos en conducir sus campañas?

En el caso de Donald Trump ello se debe no solo a su ambición personal sino también a su desesperación de saber las consecuencias de su derrota. Esas consecuencias podrían conducirlo, si no a la cárcel, por lo menos a años de persecución por la justicia.

En estos momentos, y solo en el estado de Nueva York, Trump está siendo investigado por Cyrus Vance Jr., Fiscal del Distrito Sur de Manhattan, y por Letitia James, Fiscal General del Estado de Nueva York. Ambos gozan de considerable independencia funcional ya que, a diferencia del Ministro de Justicia (Attorney General of the United States) y los fiscales federales (US attorneys), estos fiscales son elegidos por y responden al pueblo y no pueden ser manipulados por el presidente Trump. Tanto el fiscal de distrito como el Fiscal General del Estado de Nueva York han promovido acciones penales por estafa contra el presidente que involucran el amplio espectro de sus finanzas, incluyendo cientos de miles de dólares en impuestos no pagados. De acuerdo a una investigación del New York Times Trump y sus asesores habrían falsificado los hechos en su declaración de impuestos a fin de evadir el pago de cargas tributarias a las que se someten la mayoría de sus conciudadanos, por cierto menos afortunados que el presidente de los Estados Unidos.

Aunque Trump todavía disfruta de cierta dosis de inmunidad, esta protección cesará cuando termine su mandato, afectando no solo a él sino a toda su familia. De acuerdo al Financial Times, el prestigioso diario inglés, en los próximos cuatro años Trump deberá enfrentar una deuda de casi mil millones de dólares por sus asuntos inmobiliarios, una suma considerable aun para Donald Trump. También sus hijos y su yerno Jared Kushner se encuentran involucrados en una investigación por dudosas operaciones comerciales.

Una posible salida decorosa para Trump sería que renunciara a la presidencia y que una vez que su vice presidente asuma como presidente éste lo perdone por sus delitos bajo competencia federal. Sin embargo, esta facultad que otorga la Constitución no extiende la gracia presidencial a delitos sujetos a la jurisdicción de los estados de la Unión. Además, se teme que el presidente Trump exhorte a sus seguidores, implícita o explícitamente, a cometer actos de violencia que justifiquen una demora en la transmisión del mando. Tony Schwartz, el verdadero autor del libro de Trump “The Art of the Deal”, desde entonces su crítico más acérrimo, alertó acerca del peligroso período que atravesará los EE.UU. entre ahora y el día de asunción del nuevo presidente.

Con los ajustados márgenes en el Congreso, los demócratas han demostrado que todavía tienen mucho para mejorar a fin de lograr un apoyo masivo de la población. Su mensaje de menoscabar el financiamiento de los programas de la policía, a raíz de los crímenes cometidos por algunos policías contra ciudadanos negros, como así también el tono “socialista” atribuido a algunas declaraciones demócratas, no resuenan positivamente con la mayoría de los votantes. La elección de presidente ha terminado. Ahora comienza el peligroso período de transición hasta la asunción del mando.